12 julio 2006

EL PROCESO

Meses después de la tregua sigo sin ver que nadie desde ETA o Batasuna muestre ningún tipo de arrepentimiento. Tampoco tengo constancia que ninguna de sus históricas reivindicaciones hayan cambiado en absoluto. Simplemente han dejado de matar, que evidentemente no es poco. Ante esta situación no tengo ni idea de por donde pretende dirigir el gobierno la próxima negociación. Se insiste en que no habrá negociación política, pero no parece que la banda terrorista pretenda hablar de otra cosa.

El PP se ha desmarcado del resto de partidos en el proceso de paz. No es la primera vez que se aísla, pero si la más significativa, ya que ha sido el terrorismo la materia en que más cohesión ha habido siempre. Pero en el momento aparentemente crucial, se rompe la cohesión y se rompen los pactos. Es muy difícil llegar a ningún acuerdo con este PP, que parece haber perdido el rumbo, que carece de la personalidad suficiente para no dejarse influir por su entorno mediático ( sí, la COPE), que ha limitado su actuación a llevar la contraria al gobierno. Puede que éste no esté siendo el mejor gobierno, pero ¿no ha hecho nada bien?. Además el PP en el caso concreto de las negociaciones con ETA, arrastra un pasado no del todo claro en el anterior gobierno de Aznar, cuando los etarras eran llamados por éste, grupo de liberación vasco. Aún así el gobierno debería haber conseguido el apoyo del PP. Representan a millones de personas y este tema es demasiado importante como para que los demócratas estemos divididos.

Los dos siguientes hechos ocurridos recientemente resumen a mi manera de ver como están las cosas:

-El PSE se reúne con dirigentes batasunos para pedirles que modifiquen ciertas actitudes de modo que puedan ser de nuevo un partido legal. Batasuna sale de la reunión pidiendo que se derogue la ley de partidos.

-El Gara publica la existencia de un acuerdo entre el gobierno y ETA. Poco tarda en salir Acebes para dar veracidad a esa información y pedirle cuentas al gobierno.

Personalmente estoy de acuerdo con la negociación, pero siempre que no se olvide con quien se está negociando. Este gobierno ha hecho un movimiento que no tiene marcha atrás. Este órdago le puede llevar a conseguir la paz, pero también puede convertirse en su mayor fracaso. ETA es ETA y no sería su primera tregua trampa. Espero equivocarme pero creo que Zapatero está pecando de ingenuo. Seguiremos esperando acontecimientos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha resultado muy interesante este artículo, y quería dar mi opinión:

Yo creo que lo primero que habría que preguntarse es porqué este gobierno, contrariamente a todos los anteriores de la democracia, está siempre bajo sospecha. Cualquier movimiento que hace está vigilado por todos los sectores conservadores de la sociedad, capitaneados por una parte un poco enloquecida de la prensa, que no acaban de aceptar la derrota electoral. Pero realmente estos dos años largos no tienen tanto de novedoso, se les nota que son un presidente y un gobierno inexpertos, pero eso es normal y además se cura, y, sobre todo, que tienen mucha iniciativa, para tomar medidas de tinte social y de izquierdas. Están en su derecho porque ahora tienen el poder. Lo novedoso son los altavoces. Pero a Zapatero (¿ingenuo?, ¿demasiado decente?), no le ha dado por intentar controlar a los medios.

Respeto a ETA, creo que lo fundamental es mantener la mente muy fría, saber manejar la situación y tener muy claro cuál es el objetivo. Por parte sobre todo del gobierno pero también por la de los ciudadanos. Ver en Telemadrid la historia de todos sus crímenes, o en cualquier cadena de televisión al asesino entre otros de Miguel Ángel Blanco riéndose en el juicio de su familia nos hace sentir odio, pero debemos tener en cuenta que en ese mundo no todo el mundo piensa igual, y hay que aprovechar que en este momento, a los que mandan les interesa la paz. Porque están débiles, gracias también a los gobiernos anteriores, y porque se han cansado de una lucha que a día de hoy no tiene sentido para ellos.

Parece que el Partido Popular al principio se sintió obligado a apoyar de alguna manera al ejecutivo, pero enseguida encontró una excusa para salir de esa posición tan incómoda. En parte es lógico porque era la primera vez en toda la legislatura que no criticaban al Gobierno. Pero no lo veo justo porque nunca ha ocurrido en materia antiterrorista, y porque Aznar negoció con el apoyo de todos, en una época aún más turbulenta, poco después de atentados muy dolorosos. Tampoco pienso que electoralmente esta postura le de resultados, aparte de que sería indigno buscarlos, así que no le veo ninguna ventaja ni para ellos ni para el país.

Por último, creo que es normal la postura de fortaleza que tratan de mostrar las dos partes. Es más de cara a la galería, aunque resulte tan grotesco en el lado etarra. Por eso ahora parecen tan alejados y se hace tan imposible el final definitivo de la violencia, pero es de esperar que el gobierno sepa ser firme y no cometa de nuevo su mayor pecado, la ingenuidad. Y que no continúe el proceso si la extorsión no desaparece. Un error en esta materia sería imperdonable y de eso todo el país es consciente.


Por último, me gustaría que este blog abordara la eterna crisis de Oriente Medio.